LeónFerrari
(La bondadosa crueldad)


Incircunciso ni inmundo

En la Sixtina, sobre la casulla de Juan Pablo II, escribiré con laca negra estas palabras que dijo Dios: Despierta, despierta, vístete de poder, oh Sión; vístete tu ropa hermosa, oh Jerusalén, ciudad santa; porque nunca más vendrá a ti incircunciso ni inmundo


Quemarás en el fuego

Para llevar en procesión sacaré el Cristo barroco crucificado, tallado en madera de naranjo, ojos de vidrio, pestañas y peluca de pelo natural, dorado a la hoja, policromado, pintado al oleo y laqueado, que está en la iglesia junto al altar y escribiré con tinta china sobre el pecho y el vientre estas palabras que dicen dijo su Padre: Las esculturas de sus dioses quemarás en el fuego.


Muladar de la tierra

Sobre el David de Miguel Angel, rodeado de turistas en la Academia de las Artes, y en la copia que admiran en la plaza de la Señoría, instalaré megáfonos que repitan, sobre Florencia, sobre el Duomo y Santa Croce, con la voz del padre de Salomón, el salmo ochenta y tres: Oh Dios, no tengas silencio; No calles, oh Dios, ni te estés quieto; Porque he aquí que braman tus enemigos; Y tus aborrecedores han alzado cabeza. Sobre tu pueblo han consultado astuta y secretamente, Y han entrado en consejo contra tus escondidos. Han dicho: Venid y cortémoslos de ser pueblo. Y no haya más memoria del nombre de Israel. Por eso han conspirado de corazón a una Contra ti han hecho liga. Hazles como a Maidán: Como a Sísara, como a Jábin en el arroyo Cisón; Que perecieron en Eudor, Y fueron hechos muladar de la tierra. Pon a ellos y a sus capitanes como a Oreb y como a Zeeb; Y como a Zeba y como a Zalumunna, a todos sus príncipes: Que han dicho: Heredemos para nosotros las moradas de Dios. Dios mío, ponlos como a torbellinos; Como a hojarascas delante del viento. Como fuego que quema el monte, Como llama que abrasa las breñas. Persíguelos así con tu tempestad, Y asómbralos con tu torbellino. Llena sus rostros de vergüenza; Y perezcan. Y conozcan que tu nombre es Jehová; Tu solo Altísimo sobre toda la tierra.


Manuscrito

Sobre el Jesús de marmol crucificado en la Catedral que mira a los fieles, acongojados, escribiré con tinta china y afilado pincel el salmo de David: Sus ídolos son plata y oro, Obra de manos de hombres. Tienen boca, mas no hablarán; Tienen ojos, mas no verán; Orejas tienen, mas no oirán, Tienen narices, mas no olerán, Manos tienen, mas no palparán; Tienen pies, mas no andarán; No hablarán con su garganta. Como ellos son los que los hacen; Cualquiera que en ellos confía.

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