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Oscar Smoje: "Filo, contrafilo y punta"
Miguel Briante
Diario "Página 12" Octubre de 1992

"Hace un tiempo Oscar Smoje, no en vano apelado El Oso, se encerró en su taller empeñado en descifrar algo que andaba en toda su obra y necesitaba un remate, un mojón.Se encerró en un taller donde conviven el serrucho con la pintura, el martillo y la madera con el cartón y la tela, y toda su caja de herramientas de dibujante, de gráfico, de maestro, de pintor figurativo y abstracto, de vigilante de una luz justa en un momento justo, y hasta de lector minucioso y hombre dado a expresar en palabras escritas lo que se le cruza en el pensamiento. Emergió de ese encierro con una novedad de primer plano lúdico y fondo duro y hondo: en su casa, en los alrrededores de su casa, en elbarrio donde un arroyo corre ahora bajo una avenida y muchos siguen nombrando como Maldonado, había encontrado los vestigios de la civilización Maldonásica Palermitana perdida, en la que tanto habían sucumbido las costumbres del arco y la flecha como el uso de un mueble, de una llave de gas. Había anulado el tiempo -juntando el destino del pasado con el presente, como si la extinción de ayer fuera la extinción de hoy- y el resultado era una muestra deslumbrante, donde armas primitivas, máscaras pintadas en moderno acrílico, textos de uncuaderno cualquiera, proyectos para después, proyectos abandonados por el mismo Smoje o por alguien, diosecitos de albañal hechos en lata o fierro o madera de cajón, señales en general, organizaban, en el ritmo de una ficcio- nalidad que enmarcaba lo verdadero, lo palpable- lo perdido, lo apenas recupe- rado,lo que a lo mejor todavía vendrá -un contrapunto, una payada entre la gloria de la invención y el desgarrón del despojo.
A la manera del videoclip en su entonación narrativa, y vista de lejos- trazando, a ojo de memoria, todas las etapas de esa construcción que Smoje se planteó desde muchos flancos y visualizó siempre como un gran muro, muro de la vida por ahí, donde todo se encastra- la obra de Smoje, diario y collage de este país, de estas gentes que somos nosotros, de este juego en que andamos,con sus mapas y sus símbolos, con sus luces y sus sombras, infiere a cada movimiento un puntazo a la quietud, marca la realidad del entorno, propone su propia, ineludible realidad, en la que la consigna es mover las manos, la cabeza. Estar, crear. "

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