De todos modos , ella pudo recibirse con el título de magisterio.
Su hermana mayor, Dema Ester “La Nena”, estudiaba en la
Facultad de Filosofía, tal vez influenciada por ella, mamá
ingresó a la misma Facultad. La Nena se enamoró de su
profesor Emile Gouirán , y se fugaron a Francia causando gran
revuelo. Cuando se Licenció en Filosofía y Letras, su hermana
ya vivía en Washington y le pidió que la acompañara
un tiempo por que había nacido su sobrino Emile. Tenía
vocación y talento para las artes visuales y la escultura , pero
a mis abuelos no les gustó ésta opción y se opusieron,
cuando regresó al país, se inscribió en la Facultad
de Arquitectura. En
esta época conoció a su gran amor de la juventud: Duccio
Turin (de origen ítalo israelita y En
la Facultad también fue compañera de Osvaldo Bidinost (destacado
arquitecto y militante, gran docente fundador del Taller Total de la Facultad
de Arquitectura de la UNC y en La Plata. Detenido desaparecido 5 años
y recobró su libertad recuperando además el afecto de su
juventud, amistad y cariño que los reencontraba de vez en cuando
hasta fines de los años años ‘90), Marina Waissman,
(destacada teórica y crítica de las nuevas corrientes de
reflexión arquitectónica iberoamericana) La Padula, Raúl
Bulgueroni (fundador en 1950 de la Escuela de Artes de la UNC), Jaco y
su mujer “La Piruro” Toscano, que de mayores se recluyeron
en el Tigre. Cuando se recibió de arquitecta, viajó a París y allí trabajó como becada en el estudio del arquitecto Urbanista Gaston Bardet. En este estudio conoció a mi padre, el Arq. Osvaldo Cáceres Gonzáles (Becado, Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile) que viajó desde Santiago de Chile para trabajar en el Post Grado del Instituto de Urbanismo Universidad de París (entre 1951 y 1953) .
Primero se instalaron con mis abuelos paternos, en la casa de la calle Lira, luego alquilaron una casa cerca de allí. Mis abuelos patermos eran Alonso Cáceres hijo de Carmen nacida en “Pueblo de indios”(camino a Valparaíso y frente al camino del inca). Y Raquel González, descendiente de españoles. De campesino, fue comerciante y terminó haciendo un negocio de billares y fabricación de bastones, esto le dio la idea de dedicarse los ultimos 20 años de su vida a la artesanía en tallas. Muy respetado en Santiago. Mi abuela, ama de casa era analfabeta pero tenía una sabiduría natural que todo lo explicaba. Al
año siguiente y a punto de dar a luz, mi madre viaja a Córdoba
y nazco yo en una clínica privada.
En
1956 mi padre consigue un puesto en la Comisión de la Vivienda
de Concepción y nos mudamos a la 8º región del Bio
- Bio (Concepción) a una hermosa y gran casa de dos pisos y jardín
en la calle Mc Iver al frente del Cerro Caracol, que en primavera se llenaba
de aromos. Entre
los dos participaron en concursos nacionales, de los cuales reciben premios
como el Priomer Premio Concurso Presidente Pedro Aguirre Cerda en 1954.
En la casa de calle Mc Iver mi madre nos diseñó varios placeres: la “pieza de los juguetes”, el jardín, la “casita de madera” donde jugábamos y el “arenero”. Tuvimos nuestros juegos y la inocencia y la vista perfumada al cerro. Recuerdo subir al cerro con nuestros amigos Rosa y “Pancho”; Manuel en su bicicleta y yo con mis patines. Del
año 1960 tengo graves recuerdos: el terremoto y la “separación”.
En
1961 finalmente decidió volverse con nosotros dos a la Argentina
y nos llevó en el citroën furgonette a Santiago para viajar
a Córdoba, su gran amigo el actor José nos acompañaba.
(José era el marido de Berta Quiero – actriz-, quien más
tarde se casó con mi padre y tuvieron 3 hijos: mis hermanos Alonso,
Gonzalo y Pablo). Ellos volverían a Concepción por que había
que vender la casa de Mc Iver. En el viaje de regreso, de noche y en subida
chocaron contra un camión a contramano y sin luz. José murió
en ése accidente y mi madre quedó muy malherida. Cuando llegó a la Argentina y producto del shock mi tío Manuel Adolfo que era psiquiatra, la internó durante un año en una casa “de descanso” de las sierras de Córdoba. Allí sólo recibió un dudoso tratamiento y hacía laborterapia. Cuando
se recuperó, volvió con nosotros y consiguió un puesto
en el Instituto Provincial de la Vivienda En
1967, ya especializada en el tema de vivienda cooperativa, ganó por
concurso una beca de arquitectura social de la Universidad Nacional de
Colombia en Bogotá Colombia donde residió durante 1 año, mediante el
Convenio Internacional con el Centro Interamericano de Vivienda y
Planeamiento, de la Union Panamericana, OEA. A
su regreso a la Argentina se dedicó exclusivamente a la Dirección
de planeamiento de Acción social y fomento de la Vivienda cooperativa
para barrios carenciados de toda la provincia de Córdoba. Me casé en el 73 con Julio Ojeda, a los 2 años nació mi hijo Nicolás, su 1º nieto. Al año mi ella había proyectado nuestra casa en Saldán y nos mudamos a Alta Córdoba mientras se dirigía la construcción. Pero fueron los años duros, en el ’76, después del Golpe militar su gran amigo Osvaldo Bidinost desaparece con la represión de la dictadura. La reseción económica hizo que tardara la construcción en Saldán y en el ínterin me separé del padre de mi hijo. A
fines de los '70, pidió la jubilación extraordinaria por
motivos de salud y se construyó un taller de cerámica. En el año 2004 planeamos compartir más tiempo juntas en Buenos Aires y vino en marzo de 2005 a mi casa para pasar 6 meses aquí y 6 meses en Bariloche. A fines de Julio, después de un mes de estar muy enferma, la operaron de urgencia. Ni yo ni Manuel -que viajó a acompañarnos-, entendíamos lo que estaba pasando y el 25 de Agosto durante una tremenda tormenta se durmió definitivamente junto a sus hijos y su 1º nieto Nicolás Ojeda.
(de
La voz del Interior -circa 1922) Manuel Garcia Faure |