Mi madre se llamaba Angelita María y nació en la ciudad de Córdoba en 1924, sus padres fueron mi abuelo Manuel García Faure, hijo de los inmigrantes: Ramón Garcia -español- y Heléne Faure, francesa , él un gran Médico clínico y querido docente del Hospital nacional de Clínicas de la Universidad Nacional de Córdoba (también notable activista de la revolución laica del 18 e inventor de un aguja para el corazón), mi abuela era de familia porteña y se llamaba como mi segundo nombre: Amelia (Pereyra Galicia), había estudiado piano, también tenía habilidades manuales y era muy católica... Cuando era muy niña mi madre se enfermó de septicemia, en ésa época esto era muy grave y por eso le hicieron estudiar los últimos grados primarios y los secundarios en su casa. De todos modos , ella pudo recibirse con el título de magisterio. Su hermana mayor, Dema Ester “La Nena”, estudiaba en la Facultad de Filosofía, tal vez influenciada por ella, mamá ingresó a la misma Facultad. La Nena se enamoró de su profesor Emile Gouirán , y se fugaron a Francia causando gran revuelo.Fueron de las primeras mujeres que estudiaban en la Universidad de Córdoba. Cuando se Licenció en Filosofía y Letras, su hermana ya vivía en Washington y le pidió que la acompañara un tiempo por que había nacido su sobrino Emile. Mi madre viajó sola a EEUU en barco y se quedó casi un año ayudando a su hermana. De este viaje siempre guardó muchos recuerdos importantes para su vida, como haber conocido Harlem y el Jazz, haber sentido como era vivir en un país racista, los apuros económicos de los extranjeros y las bellezas de un paisaje diferente para una argentina, El arte en todas sus disciplinas. Tenía vocación y talento para las artes visuales y la escultura , pero a mis abuelos no les gustó ésta opción y se opusieron, cuando regresó al país, se inscribió en la Facultad de Arquitectura. En esta época conoció a su gran amor de la juventud: Duccio Turin (de origen ítalo israelita y que por separarlos, su familia lo obligó a irse del país y nunca más se vieron, más tarde se fue a vivir a Sudáfrica y se conviertió en un destacado arquitecto, pero murió en un accidente en los años 70’cuando mi madre se enteró por amigos en Colombia, que él nunca la había olvidado). En la Facultad también fue compañera de Osvaldo Bidinost (destacado arquitecto y militante, gran docente fundador del Taller Total de la Facultad de Arquitectura de la UNC y en La Plata. Detenido desaparecido 5 años y recobró su libertad recuperando además el afecto de su juventud, amistad y cariño que los reencontraba de vez en cuando hasta fines de los años años ‘90), Marina Waissman, (destacada teórica y crítica de las nuevas corrientes de reflexión arquitectónica iberoamericana) La Padula, Raúl Bulgueroni (fundador en 1950 de la Escuela de Artes de la UNC), Jaco y su mujer “La Piruro” Toscano, que de mayores se recluyeron en el Tigre. Cuando se recibió de arquitecta, viajó a París y allí trabajó como becada en el estudio del arquitecto Urbanista Gaston Bardet. En este estudio conoció a mi padre, el Arq. Osvaldo Cáceres Gonzáles (Becado, Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile) que viajó desde Santiago de Chile para trabajar en el Post Grado del Instituto de Urbanismo Universidad de París (entre 1951 y 1953) . Juntos, permanecieron dos años trabajando y conociendo Europa, viajando a “dedo” y parando en los auberges. En 1952, se casaron en la Iglesia Saint Sulpice de los jardines de Luxenburg en Barrio Latino de París y regresaron a Sudamérica para irse a vivir a Santiago de Chile. Mi padre dió clases como Profesor de Urbanismo de 4° año.(1953-1957) Primero se instalaron con mis abuelos paternos, en la casa de la calle Lira, luego alquilaron una casa cerca de allí. Mis abuelos patermos eran Alonso Cáceres hijo de Carmen nacida en “Pueblo de indios”(camino a Valparaíso y frente al camino del inca). Y Raquel González, descendiente de españoles. De campesino, fue comerciante y terminó haciendo un negocio de billares y fabricación de bastones, esto le dio la idea de dedicarse los ultimos 20 años de su vida a la artesanía en tallas. Muy respetado en Santiago. Mi abuela, ama de casa era analfabeta pero tenía una sabiduría natural que todo lo explicaba. Al
año siguiente y a punto de dar a luz, mi madre viaja a Córdoba
y nazco yo en una clínica privada. En este tiempo juntos proyectan y se construyen una Casa en A. Lopez de Bello, Bellavista Santiago (1954-1958) de 2 pisos. Luego la vendieron y hoy es un restaurante y aún tiene el mural que diseñó con venecitas mi madre. En
1956 mi padre consigue un puesto en la Comisión de la Vivienda
de Concepción y nos mudamos a la 8º región del Bio
- Bio (Concepción) a una hermosa y gran casa de dos pisos y jardín
en la calle Mc Iver al frente del Cerro Caracol, que en primavera se llenaba
de aromos. Entre
los dos participaron en concursos nacionales, de los cuales reciben premios
como el Priomer Premio Concurso Presidente Pedro Aguirre Cerda en 1954.
En la casa de calle Mc Iver mi madre nos diseñó varios placeres: la “pieza de los juguetes”, el jardín, la “casita de madera” donde jugábamos y el “arenero”. Tuvimos nuestros juegos y la inocencia y la vista perfumada al cerro. Recuerdo subir al cerro con nuestros amigos Rosa y “Pancho”; Manuel en su bicicleta y yo con mis patines. Del
año 1960 tengo graves recuerdos: el terremoto y la “separación”.
En
1961 finalmente decidió volverse con nosotros dos a la Argentina
y nos llevó en el citroën furgonette a Santiago para viajar
a Córdoba, su gran amigo el actor José nos acompañaba.
(José era el marido de Berta Quiero – actriz-, quien más
tarde se casó con mi padre y tuvieron 3 hijos: mis hermanos Alonso,
Gonzalo y Pablo). Ellos volverían a Concepción por que había
que vender la casa de Mc Iver. En el viaje de regreso, de noche y en subida
chocaron contra un camión a contramano y sin luz. José murió
en ése accidente y mi madre quedó muy malherida. Cuando llegó a la Argentina y producto del shock mi tío Manuel Adolfo que era psiquiatra, la internó durante un año en una casa “de descanso” de las sierras de Córdoba. Allí sólo recibió un dudoso tratamiento y hacía laborterapia. Cuando se recuperó, volvió con nosotros y consiguió un puesto en el Instituto Provincial de la Vivienda donde con los años llegó a ser Jefa del Departamento de Vivienda Cooperativa, allí se desarrollaron programas pilotos, una labor pionera de viviendas de autoproducción. Mientras tanto proyectó y dirigió la construcción de los departamentos de Alta Córdoba donde iríamos a vivir: abajo mis tíos Chiquita y Ricardo con sus hijos y arriba nosotros. En
1967, ya especializada en el tema de vivienda cooperativa, ganó por
concurso una beca de arquitectura social de la Universidad Nacional de
Colombia en Bogotá Colombia donde residió durante 1 año, mediante el
Convenio Internacional con el Centro Interamericano de Vivienda y
Planeamiento, de la Union Panamericana, OEA. A
su regreso a la Argentina se dedicó exclusivamente a la Dirección
de planeamiento de Acción social y fomento de la Vivienda cooperativa
para barrios carenciados de toda la provincia de Córdoba. Me casé en el 73 con Julio Ojeda, a los 2 años nació mi hijo Nicolás, su 1º nieto. Al año mi ella había proyectado nuestra casa en Saldán y nos mudamos a Alta Córdoba mientras se dirigía la construcción. Pero fueron los años duros, en el ’76, después del Golpe militar su gran amigo Osvaldo Bidinost desaparece con la represión de la dictadura. La reseción económica hizo que tardara la construcción en Saldán y en el ínterin me separé del padre de mi hijo. A
fines de los '70, pidió la jubilación extraordinaria por
motivos de salud y se construyó un taller de cerámica. En el año 2004 planeamos compartir más tiempo juntas en Buenos Aires y vino en marzo de 2005 a mi casa para pasar 6 meses aquí y 6 meses en Bariloche. A fines de Julio, después de un mes de estar muy enferma, la operaron de urgencia. Ni yo ni Manuel -que viajó a acompañarnos-, entendíamos lo que estaba pasando y el 25 de Agosto durante una tremenda tormenta se durmió definitivamente junto a sus hijos y su 1º nieto Nicolás Ojeda.
(de
La voz del Interior -circa 1922) Manuel Garcia Faure |