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LeopoldoPresas


ADIOS AL MAESTRO >12 junio 2009

.."El tema del informalismo y del Di Tella,puede ser ineresante en este análisis que hacemos con PRESAS,por que él mismo tomó mucho de la factura informal,y de gestos del Di Tella en general y el posterior grupo de la Nueva Generación ( no en vano Ernesto Deira fue preconizador y organizador, fue discípulo querido de PRESAS), tomó a su vez, muchas cosas de él. Es fundamental volver a señalar que PRESAS ama la forma. Su pintura es una suerte de deificación de la forma. ¿Qué son sus mujeres, sus notables desnudos, sino un canto a la forma, que toma de esas mujeres, aún cuando constantemente las esté inventando?. Esa interminable balada de amor que PRESAS canta en su saga de mujeres amadas y amables, es a su vez un aria en la que exalta el encantamiento de las formas. No sólo de las formas de la mujer, sino de la mujer en sus formas.

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PRESAS no teme a la belleza, la ama. La ama como a una amante a la que hay que cortejar para conseguir sus favores. La ama con conciencia de que el amor es posible y necesario. Pero no por eso dejó de gritar la infamia, de denostar la injusticia, de condenar el atropello de los débiles o la impudicia con que se habla de la mujer, a quien rescata desde su bíblica situación de portante del pecado original, de su condición de objeto de poseción masculina, para mostrárnosla en toda su belleza amable, conquistable, seducible -y no solamente seductora- como lo quiere una vieja herencia que resalta su trato de tú a tú con la serpiente demoníaca. Pero en el canto de PRESAS, sobrevolando el mundo de su diatriba, sigue primando la belleza de las formas y la de los sentimientos, a los que el hombre cantón desde siempre, en todas las latitudes, bajo todos los soles, desde sus diferentes realidades culturales y sus pautas religiosas, segú sus fortalezas y sus debilidades momentáneas.
Al tiempo que escribimos esta etapa de nuestro trabajo sobre PRESAS, de esta nueva meditación sobre un argentino al que admiramos, desde un rincón del estudio, cerca de sus caballetes, seguimos viendo, apoyados en el piso, una serie de trabajos en elaboración. Están diseñados, manchados. Hay varios personajes en algunos de ellos y al parecer, no se trata de uno de sus temas tradicionales. Algo nos dice sobre "Imágenes Oníricas", aunque todavía no discernimos el final de algunas de estas piezas. Después las irá colocando sobre un caballete y pincel o espátula en mano, invocará, como siempre, al ángel, al duende, llamará al misterio y desde su cabeza y sus manos (la derecha o la izquierda indistintamente), brotarán las imágenes definitivas , las que plasmarán el suceso plástico, la obra ahita del alma. Ese episodio impar, irrepetible, identificable sólo por sus esencias, que es el resultado de un largo proceso de vida que se inició con la conquista del oficio, el amor por el mismo, el deseo de darse en obra, de ser en plenitud en cada uno de esos sucesos que llevarán su firma, cuando decida que ya están nacidos, que nada más necesitan para considerarse capaces de vivir por sí mismos. El arte es vida, es sentimiento, es pasión, es fuego, es necesidad de ser en el hacer, es vivir. Aunque no debemos olvidar que hubo quien dijo que la vida itima al arte."

De: "LEOPOLDO PRESAS: EL AMOR EN TODAS SUS FORMAS". Enrique Horacio Gené. Editorial CLUB DE ESTUDIO,Buenos Aires.Argentina.1993

 

" Puerto " 1969 óleo 1.20 X 1.20 m
Colección Elsa Lagaspi Salgado de Presas

"Desnudo" sin fecha óleo 0.76 X 0.70 m
Colección José A. Sánchez y Sra

 

nota de: E. H. Gené >

 

12 de junio de 2009
ADIOS AL MAESTRO
Fallece a los 94 años Leopoldo Presas uno de los grandes maestros del arte contemporáneo.
Su velatorio se llevará a acabo en el Consejo Deliberante de la Legislatura porteña.
Muy querido en nuestro ambiente artístico, nació en Buenos Aires el 21 de febrero de 1915 en un hogar humilde de Barracas .
Su madre Manuela era uruguaya y sus abuelos gallegos. Pasó su infancia rodeado de tíos, que fueron su “gran escuela” y le enseñaron desde temas de carreras, a jugar a las cartas, y hasta boxear...
A los 17 años concurrió a las clases del pintor y grabador Adolfo Sorzio, para preparar el ingreso a la Academia Nacional de Bellas Artes, donde cursó sólo unos meses. Tomó luego clases particulares con el maestro Lino Enea Spilimbergo en el Instituto Argentino de Artes Gráficas.
En 1939 integró el grupo Orión junto a Luis Barragán, Ideal Sánchez, Vicente Forte, Orlando Pierri, Bruno Venier, Juan Fuentes, Alberto Altaleff, Antonio Micheli, los poetas Rodolfo Alegre y Juan Aschero y el crítico Ernesto B. Rodríguez, mentor e ideólogo del grupo. Con ellos expuso en la Sociedad de Artistas Plásticos, que pasaría a la Historia del Arte Argentino como la primera muestra de obras surrealistas realizada en el país, y para Presas fue su presentación ante el gran público.
Ante la necesidad de ganar el sustento, en 1940 se empleó en un taller de diseños textiles y abandonó la pintura. Conoció allí a Elsa Legaspi Salgado, con quien se casó 5 años más tarde y tuvieron 3 hijos.
Alentado por su colega y amigo Santiago Cogorno retornó a la pintura. En 1947 realizó su primera exposición individual. El éxito fue inmediato, ese mismo año fue premiado en el Salón de Artes Plásticas de Bahía Blanca. Siendo éste el primero de una larga lista de premios, entre los que se destacan el Gran Premio de Honor en el Salón Nacional de Pintura (1959) y el Premio Palanza, otorgado por la Academia Nacional de Bellas Artes en 1963, entre otros.
En la década del 60 era ya un pintor en plena madurez artística y consagración profesional: el gran crítico de arte Rafael Squirru presentó el primer libro monográfico dedicado a su obra y Presas presentó su primera exposición retrospectiva en New York, (1967).
Fue designado Presidente de la Sociedad Argentina de Artistas Plásticos en 1971 y Miembro de Número de la Academia Nacional de Bellas Artes, en 1976.
Además de pintar con óleo y témpera, es un excelente dibujante (lápiz, pastel y carbonilla). Incursionó también en la técnica de los tapices y fundó, en 1972 “El taller de la Orilla”, especializado en impresiones litográficas, serigráficas y otras técnicas de grabado artístico, que estaba ubicado en la calle Pedro de Mendoza del Barrio de La Boca.
En 1979 se radicó en París, donde vivió hasta 1987. Pese a vivir durante ocho años en el Quai d’Orsay, frente al Museo del Louvre, uno de los lugares más bellos del Mundo, con una vista increíble del Río Sena, pintó allí su serie de Puertos, pero curiosamente dedicada al Riachuelo de Buenos Aires.

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envio de Gabriela Miró
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