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ErnestoPabloPesce


Rosa Faccaro
Miembro de la Asociación Argentina e Internacional de Críticos de Arte.

Ernesto Pesce (1943) pertenece a la plástica de los años setenta, es representante de una generación que trabajó con el concepto, con la idea, en torno a una imagen del Buenos Aires actual. Su carácter es reflexivo, y su lenguaje eminentemente grá fico. Su visión se expresa a través del dibujo, en un montaje compositivo donde no está ausente una mirada nostálgica. La pampa, el llano, las extensiones que mueren en el río, con sus edificios modernos levantados por varias inmigraciones de constructores, muestran la mezcla abigarrada de una metrópoli con perfiles europeizantes. En Buenos Aires actual, el artista elige para sus temas plasmar las imágenes de una urbe cosmopolita dibujada contra cielos constelados.

En los 70, los realismos no dejaron de ser en la plástica argentina una corriente que retomaba la imágen figurativa con un sentido de protesta, casi diríamos crítico. Esta situación no estaba separada de la realidad social de una Argentina que vivía su historia por demás dramática. Participando de las dos tendencias, la del arte conceptual y la de los realismos, Pesce va a fusionarlas en el plano virtual. En sus realizaciones plásticas el imaginario social está inscripto en las notaciones gráficas, acotando las características de su topografía. Vemos, en esta serie de trabajos realizados an acuarela y litografías, las imágenes del Buenos Aires de hoy, donde la mancha transparente y el dibujo, en un montaje personal, se pueden leer como un texto de contraste narrativo. Las distintas apropiaciones de una metrópoli, con su singularidad expresiva puede visualizarse en la dureza del dibujo arquitectónico contra el plano expansivo de un cielo austral pleno de constelaciones. La idea de los navegantes que llegaron a estas tierras, y de los mapas celestes que inspiraron la aventura del descubrimiento de América no está ausente en las inscripciones gráficas que enrriquecen esta visión fantástica del ancho río, que se extiende hacia el Atlántico, desde la pampa húmeda. El sentido de una naturaleza que rodea la ciudad de Buenos Aires como un cinturón que encierra toda la riqueza de la fauna, de la flora costera en una tierra contaminada de restos arquitectónicos, nos incita a ver en la obra de Pesce, al ciudadano empeñado no sólo en recordar cada una de las estampas del ayer, sino en rescatar sus más preciados tesoros que distinguen a Buenos Aires como la Reina del Plata. Los monumentos escultóricos, como la fuente de Las Nereidas, de la artista tucumana Lola Mora(1866-1936), o el Mercado del Abasto-caparazón que duerme esperando otro destino- señalan una Buenos Aires de los años 20. La Costanera Sur, es reflejada en la obra de Pesce en la vegetación que emerge de una tierra, que no renuncia a sus orígenes pampeanos. LosPájaros de la costa, la chatarra amontonada como fantasmas en el paisaje natural, son los temas que E.P. va a desarrollar. El obelisco, el Congreso, no sólo aparecen como distantes fotografías de copias postales, sino que la mirada del artista trata de captar un paisaje que pronto se transformará en un recuerdo. Esa mirada melancólica y nostálgica, y ese dibujar la ciudad como un documento irrenunciable, es parte de una identidad cuyo mestizaje ha dejado las huellas artísticas más entrañables. Ernesto Pesce prepara para este año, una muestra- instalación con el título: El Hacedor. Esta puesta en escena le permite retomar su tarea en el espacio real, como en el período 1972-1979. Esta incursión en el campo de la ambientación, no deja de ser parte de una visión totalizadora de la realidad argentina, donde E.P. trata de ejercer la mirada más allá de esta cultura de río abierto, y de tierra adentro, que señala el punto más austral del continente americano.

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