SmojeOscar Oscar
Smoje: "Filo, contrafilo y punta"
"Hace un tiempo
Oscar Smoje, no en vano apelado El Oso, se encerró en su taller empeñado en
descifrar algo que andaba en toda su obra y necesitaba un remate, un mojón.Se
encerró en un taller donde conviven el serrucho con la pintura, el martillo
y la madera con el cartón y la tela, y toda su caja de herramientas de dibujante,
de gráfico, de maestro, de pintor figurativo y abstracto, de vigilante de una
luz justa en un momento justo, y hasta de lector minucioso y hombre dado a expresar
en palabras escritas lo que se le cruza en el pensamiento. Emergió de ese encierro
con una novedad de primer plano lúdico y fondo duro y hondo: en su casa, en
los alrrededores de su casa, en elbarrio donde un arroyo corre ahora bajo una
avenida y muchos siguen nombrando como Maldonado, había encontrado los vestigios
de la civilización Maldonásica Palermitana perdida, en la que tanto habían sucumbido
las costumbres del arco y la flecha como el uso de un mueble, de una llave de
gas. Había anulado el tiempo -juntando el destino del pasado con el presente,
como si la extinción de ayer fuera la extinción de hoy- y el resultado era una
muestra deslumbrante, donde armas primitivas, máscaras pintadas en moderno acrílico,
textos de uncuaderno cualquiera, proyectos para después, proyectos abandonados
por el mismo Smoje o por alguien, diosecitos de albañal hechos en lata o fierro
o madera de cajón, señales en general, organizaban, en el ritmo de una ficcio-
nalidad que enmarcaba lo verdadero, lo palpable- lo perdido, lo apenas recupe-
rado,lo que a lo mejor todavía vendrá -un contrapunto, una payada entre la gloria
de la invención y el desgarrón del despojo. © arteUna - Todos los derechos reservados. Registro a la propiedad intelectual N.706.777 |
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