Este
papel es una carcel. Horacio Zabala
Hace
exactamente treinta años, grupos estudiantiles y obreros más o menos
organizados, ganaban las calles de París pregonando lemas como "
sean realistas, pidan lo imposible"o "la imaginación al poder".
Los años siguientes iban a demostrar que no es una prerrogativa
del poder el ser imaginativo: censurar, reprimir, revisar( la historia),
reorganizar (la nación) iban a ser los vocablos más comunes de su
lenguaje. Sus consecuencias fueron los síntomas externos de la sociedad
disciplinaria que Michel Foucault iba a describir con agudeza en
su libro Vigilar y Castigar 1975, a partir de un cuidadoso
análisis sobre el nacimiento de la prisión. Dos años antes, Horacio
Zabala había comenzado sus Anteproyectos de Arquitectura Carcelaria
Latinoamericana para Artistas, previendo, quizás , el espacio
reservado al artista en esta sociedad. Si bien la situación latinoamericana
era bien diferente a la francesa, evidentemente no era menos urgente
al poder político de América Latina, mitigar los efectos de una
práctica que hacía mucho tiepio había dejado de ser la portadora
de la moral, a través de una economía jurídica basada en la suspensión
de los derechos individuales. La historia no iba sino a reforzar
esa necesidad. Vistos en retrospectiva, los anteproyectos de Zabala
son casi los depositarios de una esperanza utópica: los futuros
gobernantes ni siquiera se molestarían en construir cárceles.
Desde sus primeras obras, Zabala adhiere a un conceptualismo estrechamente
ligado a la realidad social. La situación latinoamericana lo hizo,
tal vez, refractario al modelo linguístico- tautológico concebido
por Joseph Kosuth -restringido al contexto institucional del arte-
y ,lo proyectó a un análisis del entorno más amplio en el que se
desarrollaba su práctica artística.
Como para muchos otros conceptualistas alejados del canon, cierto
carácter discursivo no dejó de ser fundante, pero sus proposiciones
se volcaron hacia una reflexión sobre el propio medio artístico
y su contexto.
La s referencias a la violencia explícita en sus primeras obras-
Hacha 1972,Forma y Función 1973 o la serie de las cárceles
(1973/ 74)- dan paso a las representaciones de una violencia implícita
en las series de mapas y libros censurados reprimidos o revisados.
En los años '80 se produce un desplazamiento desde estos sistemas
de información a los mediso de comunicación masiva, a través de
una serie de obras sobre diarios y periódicos, que reproducen la
función comunicativa del medio a sus valores formales, llevando
a la superficie las estrategias del diseño de la información medial.
En sus obras sobre los medios gráficos de la información masiva,
Zabala acentúa la contingencia, la evanescencia y la labilidad de
la información.En las diferentes duplicaciones de páginas periodísticas,
las hojas son reducidas a superficies cromáticas que albergan los
restos de textos e imágenes vaciados de identidad. El énfasis se
traslada de la información al diseño periodístico. Los formatos
estandarizados son indiferentes al contenido de la noticia, por
lo que se hace posible diseñar la página con anticipación, ya que
el suceso a pasado a ser un elemento secundario de la comunicación
mediatizada.
La plantilla periodística aparece como el formato de una información disciplinada. Aún en su existencia múltiple el diario brinda
una perspectiva unívoca; en la irrepetibilidad de la reproducción
de Zabala, la lectura, ahora artística, vuelve a su multiplicidad
original.
Por que liberar el sentido de la información de las imágenes
y el texto que lo portan, no es sino una estrategia que señala la
artificialidad de esa traducción mediada del mundo. La sreferencias
a los límites impuestos a la libertad de expresión en toda la obra
de Zabala, apuntan reflexivamente hacia la necesidad de una diversidad
de opiniones, lecturas e interpretaciones. Si no se entiende esa
proyección, corremos el riezgo de considerar a las copias verdaderos
duplicados. Pero si no se entiende que este texto porta sólo algunas
de esas interpretaciones, la seducción de las palabras habrá reducido
la obra a su mera información, y entonces este texto (también) es una cárcel.