(para salvarnos del olvido)

"Cerca No Es Encima"

No es Foucault el que sostiene
que "el paraíso es un estado de ánimo"
sino Tito que se colgaba todas las mañanas
del bus de las cinco
con las manos cuarteadas,
la sombra en los bolsillos,
la risa llena de vacío.
Lo vieron bajo el cielo del 76
escribir en las paredes:
"existe una interpretación de la realidad, no la realidad".

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Decían: “mirar no se puede” y miraban.
“Prohibido está” les decían y pasaban,
miraban, humo atravesaban,
bruma, vallas.
“Atrás” les pedían, “atrás”,
“descaminen, retrocedan”
omiso caso hacían, caos hacían,
“dejen correr el aire” les gritaban,
los recluían, los reducían.
Estaban muertos,
sucedía que aún se movían!

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Venimos de tanta felonía
a abdicar de nuestras oscuridades.
De tanta memoria estamos llegando
que en nuestros pies una espina diminuta
duele como una traición.

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Estuve ahí, una vez ahí,
haciendo que, mirando como.
Ahí, donde no lejos sino abajo,
no hambre sino miedo:
temblaba la noche,
olían mal los torturados,
tenían los asesinos madriguera.
Aquí y no ahí,
los que marcaban una línea
dividían el mundo.

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Conocemos el abandono
por el olor a cadáver
por lo que queda al costado del camino
por las secuelas que el olvido luce
por el color de la voz de los hijos ignorados.
De abandono está hecha
la manzana que se pudre
y el llanto llorado en los rincones
y la tristeza de los ojos no mirados.
Se dejan abandonar los resignados
se abandonan a la miopía los necios
porque de no entender se trata.

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Pesan los hombres traspasados por lo mustio,
los de cárceles en el pecho
abriendo ventanas inexistentes
por dónde entra la ausencia,
pero cuánto pesan mil gramos de infamia,
cuánto la perfidia, el límite confuso
entre masacre y genocidio
o cuándo tarde es lejos?
Para que dejemos de pasarnos la vida
hablando de la muerte,
para que los felices dejen de mencionar a la desdicha
como si supiesen de qué hablan
y esa obscenidad que el después ostenta
entre los destinados a arrodillarse se fatigue,
antes, deberàn amanecer despiertos los dormidos
que parecen un poco muertos.

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