CarlosBarbarito
a
luz y alguna cosa
Ediciones
Ultimo Reino 1998
(selección
de arteUna)
Dispersos
(A Alejandro Kuropatwa)
No, no más
el gesto del hada tras la puerta:
consumido el nió en el vértigo
de un mal sueño -el último-
se abre la noche, una viga incierta,
un rayo silente contra el espejo de la sangre.
Otro es lo que espera en el umbral,
no el perro bueno, manso, sus ojos
sino el viento que despoja de ropas
y lanza a los desnudos contra sus propias, inmóviles
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/ sombras.
No más la curva del muslo
visto en el instante del estallido del magnesio:
entonces el mar retrocedía,
se mezclaba con la tierra;
otra es la vasija que a todo lo contiene,
es débil, se rompe al menor soplo,
a la más pequeña vibración:
¿qué palabra, o rito, sobre esos pedazos?
¿dónde el ángel en escorzo,
libre de huir o de internarse entre quillas y llamas?
Y sin embargo no
muere.
Lo prometido gira
dando la espalda.
No adquiere forma ni peso lo esperadop,
¿Atrás y abajo, lejos,
la blanda pulpa, el eje sobre el que se monta
lo bueno, raros
y aqltos helechos bajo la lluvia?
------------------------------------------------- cierra
el cuaderno donde cada día
escribe las mismas, desesperadas preguntas;
mira afuera a través de una ventana:
minúsculas gotas de rocío
en las hojas de los árboles,
reflejan el cielo, las nubes.
Se queda mirándolas, sin pensar en nada,
siente que en ese mínimo acto
encuentra un poco de alivio.
Una tras otras las gotas caen,
se deshacen contra el suelo.
Bosques del
día y de la noche
Noche:
---------- insecto
con un ala perforada, música silente
apenas bailada por un desnudo y su sombra:
-------------------------------------------------oscura
la mano, la mano en lo oscuro,
oscuro el fondo, y húmedo,
y húmeda la pared donde nadie,
o alguien se apoya, se masturba
hasta caer exhausto.
--------------------------Hora
de prosar el dolor, de animalizar
la respiración, de succionar
el clítoris de la muerte.
---------------------------¿Qué
teoría ante eso que fluye y no coagula?
Aúlla, resopla,
se retuerce.
Tiene una pared enfrente,
una pared blanca. En otra parte,
hieren por herir
y el mar se traga un fémur de pájaro
y después una ciudad.
-------------------------------¿Tiene ojos?
¿Qué era cuando era cachorro
y yo también lo era, y llovía,
llovía de modo azul, lento, oblícuo?
La cabeza afuera,
el resto del cuerpo bajo el agua.
Ya no mueve los brazos
ni las piernas.
-------------------No
recuerda quién lo empujó,
ni por qué, ni cuándo.
Eso no es lo ,más terrible.
Lo más terrible para él es que,
por alguna razón ajena a su deseo,
no se ahoga, no lucha
pero vive, respira todavía.
comentarios
"....Asomado
al ser humano como a un precipicio...Mira de frente a la poesía, como
si pudiera descarnarla."
María
Granata
"Se
ha dicho, y con razón, que el actual es un tiempo poco propicio para
la poesía. ste libro de Carlos Barbarito nos demuestra que, inclusive
en las épocas más adversas, puede brillar, como una rosa colérica,
entre los escombros."
Cristina
Piña
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