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          De Pagina 12 /sábado 
            11/12/04 
          GRUPOS 
            DE ULTRADERECHA CATOLICA 
            INTENTARON IMPEDIR UNA CONFERENCIA SOBRE EL ABORTO 
            Una cruzada con escala en el San Martín  
            El Centro Cultural del Teatro General San Martín fue el escenario 
            del intento de los fundamentalistas católicos de impedir por 
            la fuerza la conferencia de la presidenta de la agrupación 
            Women on Waves, que impulsa la despenalización del aborto en 
            todo el mundo. El ataque se suma a los sufridos por la muestra de 
            León Ferrari.  
          Por 
            Marta Dillon 
          “¡Ustedes 
            son la policía del poder, no la policía del pueblo!”, 
            increpó el hombre, los ojos en llamas, el sudor mezclándose 
            con la saliva que la furia echaba de su boca. Era una queja sentida: 
            el hombre –rosario en mano y un cartel impreso con la palabra 
            Asesinos– apenas podía creer que la Guardia de Infantería, 
            con sus cascos y sus escudos transparentes, le impidiera el paso y 
            protegiera el silencio en que se desarrollaba, en el entrepiso del 
            Centro Cultural San Martín, la conferencia de Rebecca Gomperts, 
            presidenta de Women on Waves, la ONG que, según las palabras 
            de su titular, “no puede cambiar la vida de las mujeres pero 
            sí instalar en la agenda pública la necesidad de que 
            el aborto sea despenalizado”. ¿Cómo era que los 
            uniformes se volvían en contra del hombre que como única 
            identidad se declaraba “defensor de la vida y en contra del 
            aborto”? Nadie respondió a su ¿desopilante? pregunta, 
            al menos no directamente, pero se podría arriesgar que algo 
            tuvo que ver la amenaza de bomba para frenar la conferencia, los golpes 
            que por lo bajo los indignados propinaban a los organizadores, además 
            de los antecedentes recientes en la retrospectiva de León Ferrari 
            y en el Encuentro de Mujeres en Mendoza, donde al menos dos bombas 
            caseras estallaron sin que todavía se haya encontrado a los 
            responsables directos. 
            La iniciativa de Autodeterminación y Libertad de traer al país 
            a la presidenta de Women on Waves –mujeres sobre las olas–, 
            la ONG holandesa que instaló en un barco una clínica 
            móvil en donde se practican abortos seguros, para después 
            situarlo en el límite territorial de los países donde 
            la interrupción voluntaria del embarazo está penalizada 
            –ya lo hicieron en Irlanda y Portugal, al menos–, había 
            conseguido el primer objetivo declarado por Rebecca Gomperts: desde 
            hace más de una semana, el aborto se instaló en la agenda, 
            y de hecho había tantos medios en el Centro Cultural San Martín 
            como si fuera Diego Maradona quien iba a hacer uso de la palabra. 
             
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          LA 
            CONFERENCIA DE REBECCA GOMPERTS DESPUES DE LOS INCIDENTES  
            “Vamos adonde nos invitan las mujeres”  
          Por 
            Soledad Vallejos   
          (...) “Women 
            on Waves se inició en 1999 –comenzó Gomperts–, 
            cuando montamos la clínica móvil en un barco en el que 
            viajamos a distintos países solamente por invitación 
            de ONGs de mujeres. No infringimos ninguna legislación nacional: 
            una vez que las mujeres que desean abortar están a bordo, navegamos 
            hasta dejar atrás las aguas territoriales (12 millas), de manera 
            que cuando estamos en aguas internacionales el barco es territorio 
            holandés. De acuerdo a la legislación holandesa, una 
            mujer puede tener un aborto medicamentoso, con misoprostol. Una vez 
            en aguas internacionales, hay legalidad para administrar esa píldora.” 
             
            En un castellano esforzado pero comprensible, y con el apoyo de fragmentos 
            de noticieros que cubrieron las acciones del barco “Aurora” 
            en Polonia, Irlanda y Portugal, además de fotografías 
            y diapositivas, Gomperts analizó las principales causas de 
            los embarazos no deseados (violación, no acceso a los anticonceptivos 
            por motivos culturales, económicos o por falta de disponibilidad 
            y fallo del anticonceptivo). “En el mundo se registra una muerte 
            por complicaciones derivadas del aborto cada seis minutos. Y en los 
            países con legislación más restrictiva, los porcentajes 
            no son menores. Pero las mujeres que se lo hacen guardan silencio, 
            se creen a sí mismas como excepciones y no pueden evitar el 
            peso de la vergüenza por hacer algo ilegal. Sin embargo, ese 
            mismo silencio y esa misma vergüenza son las que garantizan la 
            clandestinidad.” 
            Tras fechar el momento a partir del cual la Iglesia y Occidente comenzaron 
            a identificar el inicio de la vida con el momento de la concepción 
            y, por lo tanto, penar el aborto (a partir de 1896, tras un documento 
            de Pío IX), Gomperts recordó que desde la década 
            del ’70, y gracias a la prédica de los derechos humanos, 
            en países como Inglaterra y Estados Unidos empezó a 
            surgir una política legalizadora, aunque un 25 por ciento de 
            la población mundial vive en países donde continúa 
            la prohibición. (...) Gomperts, con la misma tranquilidad que 
            la acompañó a lo largo de la exposición, se asomaba 
            por las escaleras tapizadas de panfletos “provida” para 
            ver por sí misma la agitación que su presencia había 
            despertado. En el mismo momento, dentro de la sala, Noemí Olivetto 
            afirmaba que la conferencia de hoy se realizaría tal como estaba 
            previsto, a las 19. 
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          El 
            grupo de choque de Dios  
          Por 
            Mariano Blejman  
             
          Uno es un poco 
            más gordo que el otro. Pero los dos, a pesar de tener unos 
            kilos de más, se mueven con cierta agilidad. Se llaman Jorge 
            y Marcelo Gristelli, son mellizos y dirigentes de la Agrupación 
            Custodia, una organización que dice “cuidar los derechos 
            de Dios”. Son la cabeza más visible de los nuevos cuerpos 
            de choque de la derecha ultracatólica, dispuesta a ir al choque 
            contra los movimientos de derechos humanos, contra las campañas 
            pro aborto, contra marchas de homosexuales o contra las obras de arte 
            que no sean de su agrado. Son el brazo más duro que proclama 
            la Patria Católica Argentina, denuncia la “amenaza marxista” 
            que invade el país, creen que las Fuerzas Armadas fueron cobardes 
            porque en vez de desaparecer gente deberían haberlos fusilado, 
            opinan que la religión católica no es pacifista y están 
            dispuestos a dar su sangre por Jesús al grito de “Viva 
            Cristo Rey”. También gritaron ayer “Viva Cristo 
            Rey” un grupo de “Jóvenes por la vida” que 
            parece dedicado específicamente a militar en contra del aborto, 
            en las instalaciones del Centro Cultural San Martín. Aunque 
            ésos, al menos por ahora, no tienen conexión directa 
            con la Agrupación Custodia. ¿Pero quiénes son 
            los mellizos Gristelli? ¿Cómo es que han establecido 
            una notoria red de relaciones en los últimos años, y 
            parecen encabezar una organización dispuesta a defender a ex 
            represores y a neonazis? Los mellizos Gristelli presentan libros sobre 
            El otro lado del Nunca más, van al choque contra H.I.J.O.S 
            y –el viernes 3 de diciembre– estuvieron presente en el 
            Centro Cultural Recoleta, cuando al menos cuatro de los miembros de 
            la Agrupación Custodia rompieron varias obras del artista León 
            Ferrari.(...) Cuando el viernes 3 de diciembre un grupo de devotos 
            ingresaron a la muestra de León Ferrari en el Centro Cultural 
            Recoleta y rompieron unas diez obras –la mayoría botellas, 
            y una estructura de vidrio– al grito de “Viva Cristo Rey, 
            carajo”, unos folletos aparecieron en la puerta firmados por 
            Agrupación Custodia. Los volantes decían “No permitamos 
            que se ofenda a la Fe Católica: Movilicémonos en defensa 
            de los derechos de Dios”. (...) Quien llegó al lugar 
            para representarlos no fue otro que José María Soaje 
            Pinto, un conocido abogado católico que defendió, entre 
            otros, al coronel Mohamed Alí Seineldín, al neonazi 
            Alejandro Biondini, al ex criminal nazi Walter Kutschsmann y a FacundoMazzini 
            Uriburu, bisnieto del primer presidente de facto argentino que había 
            insultado a una persona de color en un supermercado Coto al grito 
            de “A los negros hay que matarlos a todos de chiquitos”. 
            (...) “Quédense tranquilos, tápense la cabeza, 
            que el abogado ya está en camino”. 
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De Pagina 
          12 / viernes 10/12/04 
        ¿Es 
          Arte? ¿Es Dios?  
        Por 
          Marta Dillon 
      
         
          La pregunta se repitió después del Encuentro de Mujeres 
          en Mendoza con su rosario (valga la metáfora) de agresiones a 
          casi todo lo que se expresaba en esa “invasión” de 
          mujeres dispuestas a poner en juego sus experiencias más personales 
          para convertirlas en declaración política. ¿Por 
          qué ese nivel de violencia? ¿Era Mendoza el pasto seco 
          necesario para prender el fuego del fundamentalismo o sencillamente 
          se había leído como una declaración política 
          la masiva marcha que cerró el Encuentro del año anterior 
          en Rosario? ¿Lo mismo hubiera sucedido en cualquier otra provincia? 
          La respuesta es como escribir en el agua, Mendoza tiene su historia, 
          su secta del Verbo Encarnado anidada en el sur de la provincia donde 
          los jóvenes que se inscriben en ella se pierden (de su familia, 
          de sus afectos, de todo eso que los inscribe como jóvenes) detrás 
          de muros que los aíslan de las tentaciones de este mundo; sin 
          embargo, el nivel de organización de los diversos atentados que 
          todavía se están investigando torna evidente que la preocupación 
          por lo que pudiera surgir de ese encuentro de voces de mujeres diversas 
          excedió los límites de la provincia. Y lo cierto es que, 
          de alguna manera, así como las diversas identidades pugnan por 
          hacerse visibles porque eso es lo que convierte a sus elecciones en 
          declaraciones políticas, estos grupos reaccionarios también 
          querían su lugar en el mapa de lo público. Y lo consiguieron. 
          Y lo festejaron. No importa cómo, lo importante es existir porque 
          ése es el primer paso para sumar a otros, tan amenazados como 
          ellos, suponen, por lo que significaría abrir espacios para que 
          cada persona ejerza su libre albedrío. Abrir el espacio, no obligar 
          al resto a tomar las mismas decisiones, aunque sí, obligarlos 
          a convivir en la misma sociedad con la diferencia, con la diversidad. 
          Un horror para quienes creen que hay que cerrar los ojos –y las 
          piernas, no lo olvidemos– frente a cualquier cosa que despierte 
          la curiosidad, la pregunta sin respuesta (o con respuesta insuficiente) 
          en la verdad revelada. 
          El segundo evento fue en Buenos Aires: la trama de mails –que 
          siempre escapan del límite del destinatari@– se jactaba 
          de los triunfos conseguidos en Mendoza, de la defensa de los templos 
          en la ciudad cuyana gracias a la formación marcial que coreaba 
          “Iglesia vida” con gestos propios del Tercer Reich y llamaban 
          a repetir las acciones en la marcha del orgullo glttbi formándose 
          esta vez en las puertas de la Catedral de Buenos Aires. Y allí 
          tuvieron un principio de gresca que no pasó a mayores porque 
          la marcha siguió su camino y la música que ponía 
          a temblar los cuerpos era más tentadora que cualquier enfrentamiento. 
          La organización, con nombres reconocibles en la historia reciente 
          como el grupo Custodia –que defendió a uno de los responsables 
          de la Noche de los Lápices, Miguel Etchecolatz– o los Jóvenes 
          Provida –de desgañitada actuación durante la presentación 
          de los pliegos de Carmen Argibay como miembro de la Corte Suprema–, 
          se puso en marcha otra vez para poner el cuerpo en contra de la obra 
          de León Ferrari en el Centro Cultural Recoleta y para desagraviar 
          a la Virgen en nombre de “los derechos de Dios” (¿cómo?, 
          ¿no era todopoderoso?) el mismo día en el que empezaba 
          la Marcha de la Resistencia en Plaza de Mayo. A esta altura, nadie puede 
          negar que era previsible ese desgarro de vestiduras frente a la obra 
          de un hombre que hace 50 años elaboró su trabajo como 
          una herramienta de denuncia de lo que provoca un poder hegemónico 
          que promete condenas que exceden en mucho a la prisión perpetua 
          y se extienden hasta toda la eternidad. Sin embargo, que la estrategia 
          de visibilización de estos grupos haya encontrado tantos ecos 
          en personas públicas que desviaron el sobreactuado dolor, quienes 
          creen que tanto Dios como la Virgen y todos los santos son figuritas 
          que se compran en santerías (¿por qué si no tanto 
          escándalo por meras representaciones?) al destino de los fondos 
          públicos y a consideraciones sobre lo que es y no es arte, es 
          un poco más preocupante. En principio porque debe haber más 
          de uno festejando al abrigo del feriado nacional por (¿la Asunción 
          de la Virgen? ¿la declaración de otro dogma? ¿la 
          reafirmación de que Iglesia y Estado no están tan separados 
          como dice la Constitución?) el día de “la Inmaculada 
          Concepción” (adviértase, además, el festejo 
          por lo que pudo suceder sin que mediara ¡el sexo!). 
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        De 
        La Nación /6/12/04  
        La libertad y sus límites  
        Loreley Gaffoglio  
        -¿Qué 
          reflexión les merece la retrospectiva de León Ferrari? 
          ¿Es lícita esa libertad cuando toca otras sensibilidades? 
          Alonso: - Casi no pude verla, nos echaron un poco a todos con los incidentes 
          de la inauguración. Pero el artista debe siempre avanzar sobre 
          las fronteras de su libertad de expresión y pintar o hacer las 
          cosas que sólo uno puede hacer y que son la conjunción 
          de muchas cosas, de un temperamento, con una ideología, con un 
          conocimiento y experiencia determinada. Esa libertad es lícita, 
          necesaria e imperativa en un artista. El artista no debe ni puede reprimirse, 
          si no, el arte no aparece. A mí me ha pasado muchas veces ser 
          profundamente rechazado, postergado y silenciado. Y lo he vivido con 
          la misma naturalidad con la que recibo un premio.  
          Roux: - Coincido. Es el derecho del arte expresar hasta el límite 
          de sus posibilidades lo que se proponga el artista, a condición 
          de que sea su visión del mundo. El artista hace lo que responde 
          a su forma de concebir el mundo y el arte. No puede estar pensando si 
          puede hacer esto o no. Después podemos los demás también 
          tener opiniones personales sobre la obra. Y como no conozco mucho su 
          obra, no puedo opinar. Lo que importa es ver si es valiosa como obra 
          de arte. Y los únicos que pueden hacer esa evaluación 
          son los críticos. Ahora, ¿por qué el silencio de 
          los críticos? Se está poniendo el acento en lo menos interesante 
          de Ferrari.  
          Alonso: - En su retrospectiva, hay muchos momentos y obras de Ferrari: 
          hay maderas talladas, hierros trabajados, grafismos? Pero nadie habla 
          de eso. Y yo lo considero de sumo interés, como cualquier otra 
          obra de plásticos que han trabajado con fuerza y capacidad durante 
          tantos años.  
          Nota completa >> http://www.lanacion.com.ar/edicionimpresa/cultura/nota.asp?nota_id=660458 
           
         
        De 
          Pagina 12 /5/12/24 
        “NO 
          PREDICO SOBRE PRESERVATIVOS. NI A FAVOR NI EN CONTRA. NO SE SI SE ENTIENDE” 
        Definiciones 
          del obispo Justo 
          Laguna tras su renuncia. Un diálogo revelador sobre su vida, 
          el papel de la Iglesia durante la dictadura, su posición frente 
          a Alfonsín y el peronismo. Asegura que cree en la castidad y 
          que el aborto es un crimen, pero no rehuye los desafíos que plantea 
          la realidad.  
        nota 
          completa >> 
          http://www.pagina12web.com.ar/ 
         
           
       
      
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